En la radio dicen que encontraron a la piba. Esta sociedad cada vez peor, la misma gente apaña a criminales, los mismos padres apañan a sus hijos. Pareciera que esta bien: salir de joda y que siendo mujer tu mama esté acostumbrada que desaparescas 2 o 3 días. Esta bien que vayas de joda al boliche y te beses, transes con un desconocido. Parece que está bien te vayas con un grupo de tipos a una casa en donde hay una fiesta de alcohol y drogas y que tengas sexo con uno de ellos mientras se drogan. Tu madre debe estar orgullosa que tengas sexo con un tipo en una casa donde habían 4 tipos más. Se pasaron de droga y terminaste en una bolsa. Moriste de la misma forma promiscua que vivías. Y todavía te dicen "chiquita" en la tele y la gente se horroriza con tu caso.
Me causa gracia.
Cada uno cosechará su siembra.
Es la juventud que da asco, las pendejas que se pasan de putas.
Yo no tendría trabajo si fuera distinto.
Seguía pensando todo eso cuando se cansó de las noticias y apagó la radio, tomó las tijeras de cortar y se puso a quitar la parrilla costal cortando una por una esas costillas. Una hora después terminó su trabajo. Encontró la causa de la muerte, derrame masivo de sangre en cavidad toráxica por trayectoria de cuatro proyectiles que destrozaron todo a su paso. Desangrado en unos cuarenta segundos le calculó.
Así terminan los vendedores de droga con la competencia, se dijo mientras hacía el informe sobre la autopsia y lo hacía convencido que en todo crimen debía ser encontrado al victimario. Aunque tuviera su opinión personal.
Era su trabajo. Era forense.
EL FORENSE
domingo, 8 de marzo de 2015
martes, 16 de septiembre de 2014
CAPITULO 2 VÍA PÚBLICA
La pequeña ciudad le dio bastante respiro. Acostumbrado a realizar entre
tres y cuatro autopsias por día, pasó a realizar la misma cantidad pero al mes.
Tenía mucho tiempo libre el cual dedicaba a revisar archivos viejos. Un día que
estaba sin trabajo en la oficina, esperando que algún caso llegue. Se apareció
un compañero de trabajo, el cual le insinuó que si estaba al pedo podría mirar
algunos expedientes de causas que o bien cerraron por falta de pruebas o porque
tenía algún tipo de irregularidad. Le dijo (mientras le guiñaba un ojo) que
podría encontrar cosas muy interesantes en algunos casos y le señaló un
archivero que estaba en un rincón.
Le pareció rara la indicación que le dio, pero como había llegado a tenerle
aprecio al hombre, se puso a investigar. El compañero era un tipo recto,
sincero y de pocas palabras. Pero lo poco que decía era justo y necesario. Se
le vino a la mente una conversación que habían tenido un par de meses atrás en
donde el tipo le contaba sobre un supuesto asesino serial, con el cual no
podían dar. Veladamente y casi en un susurro le dijo que en realidad nadie se
atrevía a meterse con ese expediente. A pesar de la presión por parte de
familiares y de los medios, no había información y casi nada de investigación.
Se había acostumbrado que a muchos investigadores cuando daban con algo muy
pesado, o se lo pasaban a otro y lo enterraban en algún archivero hasta que
prescribiera la causa de investigación. Esto siempre le había molestado, él
hacía su trabajo y los que realmente debían dar con los criminales no hacían lo
que debían hacer.
Le pidió a su jefe que debido al tiempo de sobra que tenía le gustaría
indagar sobre otras causas. El jefe le miró entrecerrando los ojos, casi con
desconfianza. Durante unos segundos se notó que pensaba que decirle, pero al
final accedió, dejándole bien en claro que no podía excederse en su carácter de forense, nada de
investigaciones paralelas. Que ese trabajo se lo deje a los que saben. Por
dentro se reía, ya que sin la ayuda del forense no hay causa probable para
incriminar y/o hasta condenar a un asesino.
Ya con las llaves en su poder, y un trapo para limpiar el archivero que
evidentemente nadie había abierto en años, lo abrió y se puso a limpiar por
dentro y por fuera, luego a cada archivo encarpetado. Una vez que terminó,
limpió su escritorio de papeles y boludeces que tenía y puso el primer archivo
que por orden cronológico le daba como la primera causa abierta.
En la tapa de color marrón decía…
”HOMICIDIO EN VÍA PÚBLICA”
CAUSA DE LA MUERTE :
HEMORRAGIA MASIVA POR DEGUELLO A LA ALTURA
DE CARÓTIDA.
CIUDAD: ESQUEL.
jueves, 4 de septiembre de 2014
CAPITULO 1 EL VIAJE
Necesitaba un cambio en su vida, estaba harto de la gran
ciudad y toda su basura humana. Tenía un trabajo que amaba, pero muy cansado de
participar indirectamente de toda la miseria humana. Tenía muchas amistades que
intentaban darle una mano para tomar un trabajo en el sur. Años atrás había
pasado sus vacaciones en un pueblo de la patagonia Argentina y no podía
olvidarse de los lagos, el bosque y las montañas. Necesitaba ese aire limpio
para poder descansar, donde estaba ahora convivía con el smog, las ratas, la
basura y por sobre todo, la gente.
Luego de meses de probar le llega un sobre a su
departamento, de fiscalía le avisaban que habían aprobado el pedido de cambio
de provincia y ciudad. Tenía tres meses para terminar los casos que había
tomado y a partir de ahí un mes más para instalarse en su nuevo destino. No
podía creerlo, se reía de la emoción. Tanto tirar líneas y cobrar favores para
apurar la aprobación. Y ahí la tenía en su mano ahora.
Dos meses después había vendido su departamento con todos
los muebles, entregó todos los papeles habidos y por haber para que no lo jodan
ni con la menor excusa para irse. Vendió en una agencia su auto y compró un
último modelo. Lo mejor. Cargó todas sus pertenencias. Con el tanque lleno y
unos pebetes en una bolsa encaró a la ruta. Presentía que su nueva vida sería
todo un desafío, pero estaría más tranquilo en su trabajo que lo tenía muy
estresado.
Era forense.
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